... De tener mi huequecillo en el blogguerespacio. Lo cierto es que era lo menos que podía hacer teniendo en cuenta que paso muchos minutos al día leyendo lo que mis favoritos contertulios publican por aquí. A veces da la sensación de que me podría pasar horas delante de la pantalla hipnotizado por las parafilias de la mosca cojonera, por no mencionar a la loba Nina y a mi querida Delicatae. Por eso, aunque sólo sea por solidaridad, me apunto al carro.