miércoles, 9 de febrero de 2011

Se cerró el círculo

Ayer tuve la oportunidad de asistir a la presentación del libro “Perversiones, Breve catálogo de Parafilias Ilustradas””, editado por “Ediciones Traspiés” en la librería “Tipos Infames – libros y vinos” a pocos metros de la Calle Fuencarral.

La ocasión merecía la pena pues por fin iban a coincidir en el mismo espacio tres partes de una de las historias que aparecen en el libro: escritora, lectora y protagonista.

¿Qué os voy a contar de Amanda Manara que no haya hecho ya? Me fascina leerla casi tanto como me fascina escucharla o compartir unos cuantos vinos y voltios con ella. Por eso, ayer, una vez más, la noche fue corta pero inolvidable.

No puedo negar que siento envidia de ella, envidia sana pero, envidia al fin de al cabo. Sin embargo, me hace enormemente feliz saber que esa sensación se diluye tan pronto como pienso en el honor que me ha concedido de ser parte de algunos de sus relatos.

Por favor, déjame contarte más aventuras y mientras tanto, gracias Amanda, gracias de todo corazón.

PD: Me permito el lujo de reproducir el texto que ayer tuve la oportunidad de revivir (sin colocarme).

DELICATESSEN 
Entró  en su bodega favorita, evaluó diferentes variedades, estudió añadas, examinó color y transparencia, y finalmente se decidió por un carísimo vino del Priorato, de un precioso rojo picota con ribetes violáceos y encomiables aromas a grosella, pan de higo, canela y café. Pagó en metálico y salió de la bodega llevando la botella como si de un tesoro se tratase. Por la calle, mientras el tráfico endiablado teñía de mal humor la tarde, sonreía pensando en las próximas horas.
Tras un solo timbrazo, la blanca luz de la sala le abrazó. Siguiendo las indicaciones de la dómina, se desnudó, se colocó sobre el potro ginecológico y abrió las piernas. Se dejó insertar la cánula, ansioso, como el ahogado que encuentra el aire.  Desde esa posición admiró de nuevo el tono cereza del vino, bajando ahora desde la bolsa de infusión por la goma transparente. Cerró los ojos. Sintió el frío líquido entrando por su recto, inundando su colon, imaginó esos pelillos minúsculos bailando enloquecidos al paso de la marea roja. Todo su cuerpo fue vid, sarmiento, barrica, roble, uva.  
Nunca había degustado un buen vino con tanto placer. Ah, y el colocón, sublime.

 
Clismafilia: la excitación depende de recibir un enema (del griego clistér: 'lavativa').

lunes, 7 de febrero de 2011

21 Días (otro punto de vista)

El pasado viernes, mi sumisa grabadora (alias iPlus) acudió fielmente a su cita para grabar el programa “21 días” dedicado a nuestro particular mundo.

Debo admitir que no me sentía particularmente optimista al respecto ya que, otras muchas veces el sensacionalismo había triunfado sobre la realidad y ésta no tendría porqué ser una excepción.

Por eso, esta mañana, armado de curiosidad le he dado al play y, tras veintiún días de programa quisiera expresar lo que he sentido.

Yo también soy un viejo jugador que lleva tropecientos años en este mundo; que cayó en las redes del sensacionalismo televisivo y que juró no volver a caer, a pesar de que los resultados fueron bastante buenos; uno se cansa de intentar demostrar a quien no tiene interés de la razón que nos lleva a someter o ser sometido.

En primer lugar, quisiera dar mi ferviente enhorabuena a todos los participantes y muy en particular a Mario y a Valentina, pues su concepción de este mundo me parece bellísima. Espero poder conoceros algún día después de tanto oír hablar de vosotros.
Una vez más he visto plasmado el eterno enfrentamiento entre la dominación profesional y la amateur y, me parece que al menos han sido capaces de expresar que ambas opciones son perfectamente válidas.

Quien acude a una Dómina Profesional lo hace porque no puede disfrutar de sus fantasías en otro entorno y eso, desde mi punto de vista, es completamente respetable. No es ni mejor ni peor, es simplemente diferente.

Quien por otro lado puede permitirse el lujo de compartir con su pareja (real o de juego) estas fantasías tiene, sin lugar a dudas, un preciado tesoro por el que merece la pena luchar. Yo personalmente lo intento hacer día a día.

¡Enhorabuena Adela por tu trabajo!

Si bien debo admitir que no me han gustado algunos de tus comentarios, has conseguido (tú y tu equipo) plasmar que los practicantes de BDSM somos personas normales, con trabajos normales, con familias normales, con vidas normales, que simplemente disfrutamos de una sexualidad alternativa y complementaria a la que solemos llamar “vainilla”.

Cuando yo empecé en este mundo no existía Internet y las cosas eran mucho más difíciles pues, contactar con alguien que se anunciaba en la revista Salomaso, llevaba meses. Por eso ahora que vivimos en el mundo de la inmediatez es relativamente fácil contactar con gente “de la escena” y quizás el enfoque que tú, Adela le has dado al programa, permita superar esas barreras que ya casi no existen en países como Alemania.

Ya ni si quiera se trata de salir del armario, se trata de que la sociedad comprenda que ni una mujer dominante es necesariamente una prostituta, ni que un hombre dominante es necesariamente un maltratador.

Suelo decir que no concibo la palabra “sadismo” por sí sola sino acompañada de “masoquismo”. Porque esto es un juego entre personas adultas, sean pareja o no, haya o no intercambio monetario. Por eso yo soy “jugador” y pienso que quizás hayas cometido un error al elegir el nombre de tu programa. Además de prácticas, nosotros vivimos emociones y sensaciones de la misma forma que hace un niño cuando juega

Termino esta pequeña reflexión enviando un abrazo a Federico, un auténtico “Gentleman” con quien compartí algo parecido y reitero mi enhorabuena todos los participantes.

No creo que lo llegue a ver, pero espero que algún día podamos salir a las calles de este país vestidos de látex, de cuero, desnudos, amordazados y un largo etcétera, sin que nadie se sienta horrorizado.

PD: Podéis ver el programa en la web de Cuatro.