sábado, 31 de octubre de 2009

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Lo último de Juan no tiene desperdicio, incluyendo el hecho de la sumisión a la que parecemos estar sometidos casi todos los habitantes de este país:

Para los que viven fuera de España, agarro el palito y revuelvo. Entre los borujos el primer descubrimiento: España no existe. Existen diecisiete tribus. Con sus respectivos caciques. Cada tribu cree que es un continente, qué digo, un planeta, qué digo, una galaxia. La corruptela es indescriptible. Los políticos de esa cosa inexistente llamada España han fundado una casta de mangantes y la defienden a como de lugar. Como para no hacerlo. Disfrutan de todo tipo de lujos y prebendas y dietas y seguros y retiros fabulosos y sueldos de por vida que aprueban y votan ¡ellos mismos!
¡Qué jugada!

Cuando se produce algún escándalo corrupteril, ¡los mismos implicados deciden si habrá comisiones de investigación o no!

Hay que quitarse el sombrero.

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1 comentario:

Morgana Vatori dijo...
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