Diario de una Swinger
Con los ojos cerrados, con la voz de Kenji Kawai condensando el aire, y sabiéndome observada por muchas miradas lascivas, me abandoné al buen hacer de Pip, y a varias manos sabias que recorrían mi cuerpo mientras yo trataba de no pensar; sólo sentir. Comencé por notar un leve hormigueo que se generaba en los labios mayores e iba abriéndose camino hasta el fondo de la vagina. Cuando el ritmo del potenciómetro aumentó, las sensaciones fueron creciendo en intensidad.
3 comentarios:
Gracias a tí, encanto.
!Ah! Y respecto a tu post anterior, Fantasía tricolor, un comentario: te voy a dar dos bofetadas como vuelvas a decir que no escribes bien. Tonto l'haba.
Besos
No escribo bien ...
PLAF, PLAF
Gracias
Mira que os gusta jugar, eh? jajaja..
Un beso enorme para los dos (y para vuestros respectiv@s)
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