Ayer participé en una de esas veladas que da gusto recordar.
Nos reunimos más de 15 personas en Fetterati a charlar sobre una de mis pasiones: el uso de la electricidad en el BDSM.
Unos cuantos venían a compartir la misma pasión que yo (léase P). Otros tantos por curiosidad (léase L) y por ultimo, alguna que otra temerosa de los voltios que sin embargo, pareció salir de todo menos asustada (léase M).
Como decía Z, lo más bonito de estos eventos es poder compartir con tus perversos amigos inquietudes, perversiones, ilusiones, conocimientos, pasión y ayer; queridos contertulios, me tocó a mi.
Fue una pasada ver como vuestras caras se iluminaban no por la electricidad que pasaba por vuestros cuerpos, sino por la ilusión de compartir nuestras experiencias.
Debo admitirlo, me quedé con ganas de electrocutar placenteramente a mis desconocidas pero adoradas M's, por no mencionar que me electrocutasen a mí; pero quién sabe si con un poco de suerte habrá alguna otra ocasión (sí, ¿verdad que sí?).
Last but not least (por último pero no por ello menos importante, como dicen los guiris) quisiera dar las gracias a J por organizar este evento, a E por confiar en mí, a D por estar siempre a nuestro lado, a A por existir y al resto del alfabeto por estar allí.
G R A C I A S
Primero pensé que era dominante, después que era sumiso y ahora, años después me siento orgulloso de poder decir que soy switch. ¿Jugamos?
viernes, 24 de abril de 2009
miércoles, 8 de abril de 2009
sábado, 4 de abril de 2009
Daño Colateral
Ya han pasado casi 24 horas desde la desagradable experiencia de ayer y todavía sigo intentando asimilar lo ocurrido.
¿Cómo es posible que alguien quiera hacer un daño injustificado y por supuesto, no deseado, por el mero hecho de sentir que tiene el poder de hacerlo?
No estoy seguro de si lo que ocurrió ayer fue la consecuencia de una actitud agresiva y casi psicópata o, como parece más probable, el resultado de un consumo excesivo de alcohol.
Los que estaban allí aseguran que lo segundo no era el caso y, lo único cierto es que yo sufrí las consecuencias.
No es la primera vez que ocurre, no es la primera vez que alguien se siente dueño de la galaxia y con derecho de herir a otra persona. Lo había vivido antes, en un viaje a Francia, pero nunca pensé que llegaría a vivirlo de la mano de alguien como tú.
No sé si leerás estas palabras y para serte sincero no me importa.
Sólo sé que usaste a personas muy especiales, para tu satisfacer tus crueles deseos, convirtiéndome en un simple daño colateral.
Por si esto fuera poco, desapareciste de la forma más deleznable que puedo imaginar, olvidando incluso tus propias pertenencias como si quisieses huir de ti misma.
Tiraste la piedra y saliste corriendo en un indescriptible acto de cobardía que sin lugar a dudas te define como persona.
Tan sólo una cosa más: te deseo, como a todo el mundo, lo mejor en tu vida pero; te lo deseo lejos, muy lejos de mi y de los que están a mi lado (incluso en la distancia), en estos difíciles momentos.
¿Cómo es posible que alguien quiera hacer un daño injustificado y por supuesto, no deseado, por el mero hecho de sentir que tiene el poder de hacerlo?
No estoy seguro de si lo que ocurrió ayer fue la consecuencia de una actitud agresiva y casi psicópata o, como parece más probable, el resultado de un consumo excesivo de alcohol.
Los que estaban allí aseguran que lo segundo no era el caso y, lo único cierto es que yo sufrí las consecuencias.
No es la primera vez que ocurre, no es la primera vez que alguien se siente dueño de la galaxia y con derecho de herir a otra persona. Lo había vivido antes, en un viaje a Francia, pero nunca pensé que llegaría a vivirlo de la mano de alguien como tú.
No sé si leerás estas palabras y para serte sincero no me importa.
Sólo sé que usaste a personas muy especiales, para tu satisfacer tus crueles deseos, convirtiéndome en un simple daño colateral.
Por si esto fuera poco, desapareciste de la forma más deleznable que puedo imaginar, olvidando incluso tus propias pertenencias como si quisieses huir de ti misma.
Tiraste la piedra y saliste corriendo en un indescriptible acto de cobardía que sin lugar a dudas te define como persona.
Tan sólo una cosa más: te deseo, como a todo el mundo, lo mejor en tu vida pero; te lo deseo lejos, muy lejos de mi y de los que están a mi lado (incluso en la distancia), en estos difíciles momentos.
jueves, 2 de abril de 2009
Dolor y Omnipotencia
Como todas las mañanas, hoy he encendido mi querido MAC en busca de mi dosis de Blogs.
No tengo muy claro porqué, pero lo cierto es que todas las mañanas necesito chutarme un poquito de Mosca, de Incoherencia, de Goth, de Scortum, de Letras Torcidas, de Pervertidxs, de otros tantos más y; de Omnipotencia.
Sí, amigos míos, hoy me he dado todo un chute de Omnipotencia.com y como si hubiese estado allí con ella, he llorado a su lado, desde la distancia.
Son muchos años los que llevo en este “berenjenal” y muchas las malas y buenas experiencias vividas. Pero, entre todas ellas, hay una que destaca especialmente: “El Dolor”.
Hubiese querido estar allí a su lado, para compartir ese dolor, aunque me duele el mero hecho de pensarlo.
¿Qué es el dolor?, ¿es malo?, ¿es bueno?
Yo creo que duele más el dolor que “no duele fisicamente”, el dolor que te penetra por dentro, el que te hace encerrarte en ti mismo, el que te aísla del mundo.
El otro dolor, amigos míos, “el que duele fisicamente”, no duele, libera.
No tengo muy claro porqué, pero lo cierto es que todas las mañanas necesito chutarme un poquito de Mosca, de Incoherencia, de Goth, de Scortum, de Letras Torcidas, de Pervertidxs, de otros tantos más y; de Omnipotencia.
Sí, amigos míos, hoy me he dado todo un chute de Omnipotencia.com y como si hubiese estado allí con ella, he llorado a su lado, desde la distancia.
Son muchos años los que llevo en este “berenjenal” y muchas las malas y buenas experiencias vividas. Pero, entre todas ellas, hay una que destaca especialmente: “El Dolor”.
Hubiese querido estar allí a su lado, para compartir ese dolor, aunque me duele el mero hecho de pensarlo.
¿Qué es el dolor?, ¿es malo?, ¿es bueno?
Yo creo que duele más el dolor que “no duele fisicamente”, el dolor que te penetra por dentro, el que te hace encerrarte en ti mismo, el que te aísla del mundo.
El otro dolor, amigos míos, “el que duele fisicamente”, no duele, libera.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)